Con una preciosa estética visual y una historia que logra
despertar interés y generar expectativa, a pesar de tocar un tema trillado. Hai
to Gensou no Grimgar destaca sobre series similares, por su particular ambiente
inquietante, por conseguir involucrarnos en la lucha por sobrevivir de sus
protagonistas, abordando de manera adecuada el tema de la indefensión ante el
peligro.
Antes que nada, empiezo
aclarando que el tema de “estar atrapado en un videojuego”, no tiene nada de
novedoso, lo único que varía es la forma en que este tema es abordado. Por
ejemplo: .hack//Roots, una de las primeras series en tocar el tema,
se enfoca más en el escapismo o la evasión de la realidad. Log Horizon,
sería otro ejemplo, aunque está más orientada a la aventura y
resolver enigmas y no tanto a los peligros que esa situación conlleva. También
debería mencionar a Hunter x Hunter, que en su arco llamado
“Greed Island (la isla de la ambición)” toca el tema, pero en ese
caso el tema central no es el estar atrapado, sino el peligro que representan
los demás jugadores.
Curiosamente hay una
serie que ha logrado abordar tanto el tema del peligro del mundo virtual y el
que representan los otros jugadores. SAO podría haber sido la mejor serie
abordando el tema, pero luego la trama empieza torcerse hasta convertirse en
simple medio para satisfacer los fetiches preferidos del otaku. - SAO – La proyección superando al personaje (LN)
Por ejemplo, mientras que en series como SAO y
Log Horizont, cuando se derrotaba a una criatura o monstruo, su cuerpo
desaparecía en un efecto de luz. En Hai
to Gensou no Grimgar, el cadáver de la criatura no desaparece, es tratada
como si hubiera sido un ser vivo. Incluso ya que se requieren parte de sus
cuerpos, siguiendo las pautas de un videojuego, literalmente es necesario
cortar o sacarles los órganos que necesitan para venderlos o para sus ceremonias. Pero eso no es todo, por
ejemplo el cadáver de un aliado, debe ser cremado o sino según una maldición que
rige en Grimgar, volverá en forma de muerto viviente.
Y este paso hacia
un cuasi – realismo, logra darle a la serie una inusitada seriedad que
afortunadamente, a lo largo de la serie no sólo queda en pretensiones vacías.
la escena de la incursión del Cap. 8. Es uno de los momentos más tensos de la serie pero también tiene los mejores momentos de acción. |
Pero aún está el detalle de la situación de los protagonistas. Mientras que en SAO, Kirito era un jugador experimentado que ya tenía ciertos conocimientos del mundo virtual donde es encerrado, y en Log Horizon los protagonistas están al máximo de sus respectivos puntos de experiencia y conocen no sólo al mundo, sino a los demás clanes que están en la misma situación que ellos. En Hai to Gensou no Grimgar, los protagonistas despiertan en ese mundo sin saber nada, sólo se les indica que deben pelear para sobrevivir; son introducidos al mundo de Grimgar y a sus reglas al mismo tiempo que nosotros. Y es por eso que es tan fácil sentir empatía por la situación de incertidumbre que se cierne sobre sus protagonistas.
Lo
negativo
No me agrada su apartado musical, no contribuye demasiado
en la ambientación. Prefiero por mucho los momentos de silencio que le aporta
esa dosis de realismo, porque en ocasiones la banda sonora, contradice lo que
la escena quiere mostrar o tal vez se utiliza como una forma de aligerar la tensión
o violencia de una escena.
Por ejemplo en el segundo capítulo, cuando el grupo logra
ganar su primer combate. De primeras es una situación desesperada para nuestros
protagonistas, porque habían fracasado anteriormente, lo que significaba menos
recursos para las vestimentas o el alimento.
Es por ello que van con todo cuando encuentran una oportunidad.
La escena del combate se vuelve ardua y cruda, el goblin
no muere rápidamente, incluso valientemente les planta pelea a pesar de
encontrarse en desventaja numérica. Ranta uno de los protagonistas, logra
clavarle la espada, pero aun así el goblin, se aferra obstinadamente a la vida;
este comenta lo desagradable que ha sido la sensación de clavarle la espada a
ese pequeño bicho. Finalmente la escena termina, luego de una agónica lucha, con Ranta acertándoles múltiples golpes al
cuerpo del goblin ya muerto, la escena termina con un primer plano a Ranta, mostrándonos
con lágrimas en sus ojos, indicándonos lo desagradable que ha sido la
experiencia, pero además lo desesperante de su situación.
Las lagrimas de Ranta |
Esta es una escena
descarnada, es la primera vez que le quitan la vida a otro ser. Pero hay una
necesidad real detrás de este acto, como para llamarlo cruel. La escena se
desenvuelve en un ambiente violento, tenso y angustiante y no necesariamente algo
ligado a lo heroico, pero la música suena alentadora y épica como si fuera una
escena donde hay que celebrar la proeza del héroe y me resulta que tanto escena
y música entran en contradicción, es como diría Dayoscript, uno de mis
youtubers: “disonancia ludo-narrativa”.
Y ya que mencionamos elementos que desentonan con el
conjunto. El fanservice aparece. Ya sé que es un producto hecho en Japón y que
el anime, sobretodo el shonen, es más propenso al fanservice, básicamente es lo
que el público pide. Pero es innecesario
y fuera de lugar, tal vez lo aceptaría, en una serie mediocre que no tiene
muchos recursos al que apelar, pero aquí no sólo no aportan nada, sino que
terminan restando.
Conclusiones
Inusitadamente esta es una de las pocas series que logra
sorprenderme a pesar que no termine alejándose completamente de los estándares
trillados del anime, pero logra dejar algo de valor: es generadora de emociones, construye una respetable
ambientación de incertidumbre, y nos muestra violencia de manera moderada,
logrando tener impacto sin llegar a lo explicito y cuanto quisiera que eso sea ejemplo
para otras series shonen.
Puntuacion:
7.2
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